miércoles, 24 de julio de 2013

Estrategias para fomentar el aprendizaje en grupo, a distancia y colaborativo



El enfoque constructivista

El estudiante, en los aspectos cognitivos, sociales y afectivos del comportamiento, no es un mero producto del ambiente ni un simple resultado de sus disposiciones internas, sino una construcción propia que se va produciendo día a día dando como resultado el conocimiento, las conductas, las habilidades y capacidad que posee.




La realidad que uno conoce se procesa a través de los modelos que él mismo construye para explicarla, estos modelos siempre son susceptibles de ser mejorados o cambiados. El enfoque constructivista está centrado en el estudiante, en sus experiencias previas de las que realiza nuevas construcciones mentales, esas construcciones se producen cuando el estudiante interactúa con el objeto del conocimiento, teoría, autores, escuelas, compañeros y conceptos, en situaciones de cooperación y convivencia y cuando el aprendizaje le resulta significativo.



Los fundamentos del enfoque constructivista son:

El alumno es el responsable último de su propio proceso de aprendizaje.

La actividad mental constructiva del alumno se aplica a contenidos que ya poseen un grado considerable de elaboración.

El hecho de que la actividad constructiva del alumno se aplique a unos contenidos de aprendizaje preexistente condiciona el papel que está llamado a desempeñar el profesor.


Entre las estrategias más recomendables para fomentar el aprendizaje colaborativo podemos rescatar la importancia de utilizar modelos didácticos centrados en el alumno, de tal forma que los objetivos y toda la estructura curricular se centra en el alumno y la relación que va forjando con sus compañeros.



Del modelo centrado en el profesor al modelo centrado en el alumno 

 



Modelo
Centrado en el profesor
Modelo
Centrado en el alumno
Objetivo de la enseñanza

Transmitir la información considerada como importante en la cultura vigente.
Hay una obsesión por el cúmulo de contenidos.
Enriquecimiento progresivo del conocimiento del alumno hacia modelos más complejos de entender el mundo y de  actuar en él.
Saber para hacer y ser.
Contenidos

Saber, acumular información de carácter conceptual.
El profesor asume que el aprendizaje para el alumno es acumulación de contenidos y es por ello que organiza el aprendizaje en unidades temáticas por asignatura.

Conocimiento "escolar", que integra diversos referentes (disciplinares, cotidianos, problemática social y ambiental, conocimiento metadisciplinar). El conocimiento escolar deseable se realiza a través de una "hipótesis general de progresión en la construcción del conocimiento".
Metodologías

Metodología basada en la transmisión del profesor.
Actividades centradas en la exposición del profesor, con apoyo en el libro de texto y ejercicios de repaso.

Metodología basada en la idea de
"investigación (escolar) del alumno".
Trabajo en torno a "problemas", con secuencia de actividades relativas al tratamiento de esos problemas.

La Motivación
La motivación de los alumnos responde a recompensas y castigos (conductismo).

La motivación es intrínseca, como la necesidad de estima, de logro, de crecimiento, de satisfacción, de curiosidad y de conocer algo concreto.

El alumno

El papel del
alumno consiste en escuchar
atentamente,
"estudiar" y reproducir en los exámenes los contenidos transmitidos.
Los intereses y las ideas de los alumnos no se toman en cuenta, estos deben permanecer en silencio trabajando pasivamente y de forma dependiente.

Papel activo del alumno como constructor (y reconstructor) de su conocimiento. Se tienen en cuenta los intereses y las ideas de los alumnos, tanto en relación con el conocimiento propuesto como en relación con la construcción de ese conocimiento.
El profesor
El papel del profesor consiste en explicar los temas y mantener el orden en la clase. Él es responsable sobre el qué y cómo del aprendizaje.
El profesor asume que el alumno está dispuesto a aprender según investigaciones sobre la madurez del desarrollo por edades.
El papel activo del profesor como coordinador y facilitador de
los procesos y como "investigador en el aula". Organiza el aprendizaje y lo hace girar en torno a experiencias, resolución de problemas y aplicación de los contenidos en un contexto práctico.
Las experiencias
Las experiencias del profesor y de los escritores, autores y productores de materiales y recursos son los que valen.
La experiencias del alumno pueden llegar a ser un recurso de aprendizaje, de creciente riqueza y debe aprovecharse junto a las experiencias de los expertos.
Métodos y estrategias
Método de clases frontales.
Método enfocado a la enseñanza (no al aprendizaje).
Método de transmisión o perspectiva tradicional.
Aprendizaje basado en problemas.
Aprendizaje colaborativo.
Enfoque de las competencias.
Modelo activo situado.
Aprendizaje para el dominio.
Modelo contextual.
Método tutorial.
Método por proyectos.
Métodos individuales.
Método por descubrimiento.
La evaluación

Centrada en "recordar" los contenidos transmitidos.

Atiende, sobre todo al producto.

Realizada mediante exámenes.


Centrada, a la vez, en el seguimiento de la evolución del conocimiento de los alumnos, de la actuación del profesor y del desarrollo del proyecto. Atiende de manera sistemáticas a los procesos.
Es reformulada a partir de las conclusiones que se van obteniendo. Es realizada mediante diversidad de
instrumentos de  seguimiento.

Según Bruner (1987) el entorno cultural juega un papel determinante en el desarrollo cognitivo. Es decir que la inteligencia es la adaptación de herramientas proporcionadas por una cultura determinada. Los procesos psicológicos tienen una respuesta en el mundo exterior, ya que la percepción se moldea con los hábitos perceptivos y los verbales que van variando radicalmente entre una cultura y otra, por lo tanto, es importante que el aprendizaje esté situado en la cultura del alumno y sus necesidades de socialización.


Cognición situada

El paradigma de la cognición situada se refiere al enfoque sociocultural de Vigotsky que afirma que el conocimiento es situado, es decir, forma parte y es producto de la actividad o interacción en un contexto social influenciado por la cultura en la que se desarrolla y utiliza.
Esta reciente visión de la cognición situada, desemboca en un enfoque aplicable, la enseñanza situada, que destaca ante todo que el aprendizaje escolar es primeramente un proceso de enculturación, en el cual los estudiantes se integran gradualmente a una comunidad o cultura de prácticas sociales. En esta misma dirección, encontramos la idea que aprender y hacer son acciones inseparables, así que los alumnos deben aprender en un contexto pertinente, acorde a sus necesidades psicológicas, culturales y sociales.
Desde una perspectiva situada la enseñanza debe centrarse en prácticas educativas auténticas, las cuales requieren ser coherentes, significativas y propositivas, ser simplemente, prácticas ordinarias de la cultura (Brown, Collins y Duguid, 1989, citados por Díaz Barriga, 2003).
La autenticidad de una práctica educativa se determina por el grado de relevancia cultural de las actividades en que participa el estudiante, así como mediante el tipo y nivel de actividad social que éstas promueven (Derry, Levin, Schauble, 1995 citado por Díaz Barriga, 2003).
Es decir, que en ésta perspectiva de cognición situada el aprendizaje se entiende como los cambios en las formas de comprensión y participación de los sujetos en una actividad conjunta, debe comprenderse como un proceso multidimensional de aprobación cultural, ya que se trata de una experiencia que involucra el pensamiento, la afectividad y la acción (Baquero, 2002 citado por Díaz Barriga, 2003)
Entonces, se destaca la función de la mediación (el docente como mediador), que debe tomar su papel con responsabilidad, tener la capacidad de tomar decisiones tomando en cuenta diferentes variables; las características psicológicas, humanas y sociales de los alumnos en conjunto con los contenidos por cubrir.


 El video a continuación nos ejemplifica la intervención del docente para lograr un aprendizaje colaborativa y constructivista:





Resumiendo las estrategias que debe seguir el profesor tanto para una modalidad a dostancia como presencial:


  1. Interdependencia positiva. Los alumnos persiguen un objetivo en común y comparten recursos e información.
  2. Promoción a la interacción. Los alumnos se ayudan los unos a los otros para trabajar eficiente y eficazmente, mediante la contribución individual de cada participante.
  3. Responsabilidad individual. Cada uno de los alumnos como miembro de un grupo es responsable de su aporte individual y de la manera que dicho aporte contribuye al aprendizaje de todo el grupo.
  4. Habilidades y destrezas de trabajos grupales. Cada alumno como miembro del grupo debe comunicarse, apoyar a otros y resolver conflictos constructivamente.
  5. Interacción positiva. Cada alumno debe mantener una buena relación de cooperación con los demás y estar dispuesta a dar y recibir comentarios, críticas constructivas sobre sus contribuciones. (Johnson &Johnson, 1986)
 




  
 






















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